Bangkok, ultimas horas de este viaje sorprendente

Días 16 y 17

Llegamos a Bangkok sobre las 19 de la tarde y con un taxi nos vamos al hotel. La ciudad está totalmente iluminada ya que se celebra el cumpleaños del rey Vajiralongkorn (Rama X). Hemos reservado el Tara Place hotel, cerca de Khaosan Road. Vamos a estar un día en Bangkok y aprovechamos para ver alguna cosa ya que Marta no ha estado a parte de la primera noche. El plan prevé darnos un pequeño homenaje esta noche, la idea es ir a tomar algo al Sirocco Bar en el Lebua At State Tower (piso 62).
Lo primero que tenemos que hacer es ponernos guapas y un poco elegantes con los vestidos que disponemos que no son muchos, suerte que yo me he comprado un vestido maravilloso por 7 dólares en Siem Reap, pero es todo un acierto.
Vamos a cenar en un pequeño restaurante cerca del hotel, y cuando pido una cerveza me dicen que no pueden servir alcohol por la festividad, así que nos entra la duda si en el Skybar será posible tomar algo. Nos comenta el camarero que se puede empezar de las 12 de la noche, pero hemos visto que el bar cierra a la 1 de la madrugada. Pedimos al camarero del restaurante si puede llamar y preguntar y lo hace. No nos pueden asegurar nada, pero decidimos intentarlo, aunque me extrañaría que un local tan famoso no sirviera bebida. Y efectivamente cuando llegamos allí no tenemos ningún problema. Pero empezamos desde el principio. Contratamos un taxi con Grab para poder pagar con tarjeta ya que hemos cambiado lo justo de Bath. La mujer que nos recoge es un poco peculiar y parece que no sabe muy bien cómo llegar, pero al final nos lleva hasta allí. Hay mucho personal atendiéndote. Desde que llegas hay una persona que te acompaña hasta arriba, otra que te trae la carta, una por las bebidas y otra que recoge los vasos y hace fotos. La mayoría de los que estamos allí, mejor dicho, prácticamente todos somos turistas.
Pedimos dos cocteles, te traen también tres platitos con cositas para ir picando y las vistas son increíbles.

Nos podemos sentar en los sofás alrededor de la terraza, el sitio no es muy grande, pero tiene como varias partes en el interior a parte de la terraza de donde estamos.

Hasta en el lavabo es toda una experiencia con una mujer que te abre y cierra el grifo y te pasa una mini toalla para secarte.

Nos quedamos un rato disfrutando de nuestras copas.

La verdad que es algo para probar, aunque los dos cocteles nos valen lo mismo que la noche de hotel y el hotel donde estamos no está nada mal. Esto también es parte del viaje y había que probarlo. Volvemos a reservar el taxi con Grab para volver al hotel e ir a descansar.
Por la mañana nos despertamos y después del desayuno reservamos en la agencia que está al lado del hotel para ir al aeropuerto, y nos vale lo mismo que a la ida 150 Bath. Hacemos el check-in y dejamos las mochilas en el hotel ya que nos recogerán aquí i y salimos para para descubrir Bangkok.
Decidimos de hacerlo por el río así que nos vamos al Phra Arthit Pier. Compramos un pass que nos permite hacer las paradas que queremos y vale todo el día.

La primera parada es el Wat Aru, un templo bastante fascinante por su aguja central construida en estilo khmer con ladrillos estucados y decorados con miles de piezas de porcelana china.

Wat Arun

Se pasea alrededor y la verdad que los colores son muy especiales.

Detalle Wat Arun

De aquí volvemos a coger el barco y nos paramos en el mercado de las flores. Lo que más se encuentra son flores para llevar ofrendas en los templos.

Mercado de las flores
Mercado de las flores

Siguiente parada es en Ratchawongse Pier que es la zona del barrio chino y donde está el mercado chino. Es impresionante, hay tanta gente y las calles son tan estrechas y llena de cosas.

Paseamos por dos calles y la verdad venden de todo, hay que vigilar muchísimo porque con tanta gente.

Marta intenta comprar un mini ventilador, pero no le aceptan los dólares que tiene, dicen que son viejos, lo mismo que nos pasó en Laos.

De aquí volvemos a coger el barco para volvernos, dos calles es más que suficiente ya que agobia un poco. Llegamos a Phra Arthit Pier y vamos por Soi Rambuttri a buscar un sitio para comer. Nos hemos quedado con algo de dólares, euros y tarjetas. Intentamos buscar un sitio donde pagar con tarjeta y nos es nada fácil, pero al final lo conseguimos en el restaurante Le’Thai además la comida está buena así que ya sabéis si estáis como nosotras es una buena opción.

Pad Thai

Justo cuando nos toca irnos empieza a llover, pero muy fuerte. Intentamos coger un taxi con Grab, pero cuando vemos que tarda en llegar nos vamos andando. Llegamos al hotel con los zapatos empapados, por encima nos salva el chubasquero. Nuestra despedida nos tenía que resérvanos algo, no podía ser de otra forma.
En 10 minutos nos recogen y nos vamos al aeropuerto. Se acaba esta aventura maravillosa.

Cuando un viaje tan especial se acaba siempre me entristezco, pero me he llevado tantas cosas para mi mochila personal que no puedo que estar agradecida de haber vivido esta experiencia. Son dos países tan especiales y que con su gente y su historia te llegan tanto al corazón.

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