Phnom Penh

Días 14, 15 y 16

Hemos reservado la salida a Phnom Penh a las 9 de la mañana con recogida a las 8,30. A la hora prevista no se ve nadie, pero esto no nos preocupa mucho teniendo en cuenta que siempre hemos tenido recogidas con retraso.

A las 9 nos empezamos ya a preocupar también porque el chico de la recepción nos dice que ya es un poco raro así que llama para averiguar que ha pasado. Nos dice que ya vienen a recogernos. Llegan a las 9,25, sospechamos que se han olvidado y nos meten en el siguiente, él de las 10h. Subimos al autocar, no demasiado nuevo con un toque retro de los asientos en piel burdeos y las cortinas con unos diseños muy peculiares, pero hay aire condicionado así que estamos más que contenta.

Somos las únicas dos turistas, el resto de las personas son locales. El trayecto es bastante largo, unas 6 horas, pero se pasa bien. Nos paramos 3 veces para comidas, lavabo y descanso del conductor. Nos miran todos como algo raro, supongo que no es muy normal encontrar turistas occidentales en esta línea.
Cuando llegamos a la estación de Phnom Penh aquí también nos rodean los conductores de tuk tuk, pero aquí son mucho más ordenados y se ponen en cola así que como va bajando la gente le toca a uno.

Hemos reservado en el Point Boutique Hotel, 22€ la noche por habitación con desayuno incluido. Tiene una muy buena localización que nos permite ir andando a la mayoría de los sitios.
Hemos quedado con la amiga de Sorida que la contactaríamos a la llegada para que nos trajera las entradas para un espectáculo de bailes tradicionales con los que colabora, el Cambodian living arts.
La avisamos y nos dice si la podemos esperar que vendrá dentro de poco. Nosotras dejamos las mochilas y nos preparamos para salir a descubrir Phnom Penh. Cuando llega, bajamos y nos dice que como está libre, que nos puede llevar a dar una vuelta y enseñarnos cosas. Nosotras que aún estamos como habíamos llegado volvemos a la habitación para darnos una ducha y nos cambiamos.
Con su coche nos lleva a dar una vuelta por las zonas más emblemáticas y como es apasionada de Vann Molyvann, un arquitecto que ha hecho mucho por la Camboya nos habla de él y de todos sus trabajos en Phnom Penh. Nos vamos a cenar juntas en un restaurante chino que conoce al lado del río que la verdad está muy bien. La comida está excelente sobre todo el pescado. Cuando llega el momento de pagar obviamente queremos invitarla ya que ha sido muy amable con nosotras teniendo en cuenta que nos conoció una hora en un bar, pero no nos deja. La verdad que no dejará nunca de sorprenderme la amabilidad de la gente en Asia, siempre disponible a ayudarte como pueden y agradecidos que vayas a visitar su país y que te sientas como en casa.
Después de la cena volvemos al hotel y como vemos que en nuestra habitación hay un montón de hormigas pedimos que nos la cambien y nos toca una más grande.
Como aún es pronto y hemos vistos muchas luces, Marta y yo salimos a dar un paseo y lo que vemos es que estamos en una zona donde hay muchos bares de turismos sexual.

Al lado de cada bar hay una peluquería donde las chicas se arreglan. Nos entristece mucho ver chicas jóvenes con hombres mayores de todo tipo. En la calle hay también niños pequeños como medio abandonados con mujeres mayores y nos preguntamos si hay una relación con las dos cosas. La mayoría de estos hombres tienen como el mismo perfil, se ve bastante claro.

Seguimos dando un paseo al lado del río es todo muy bonito, las luces, llegamos hasta el gran Palacio que está todo iluminado.
La verdad que por lo poco que he visto la ciudad me ha gustado.

Por la mañana nos levantamos temprano y después de desayunar nos ponemos en marcha para descubrir la ciudad y nos encontramos con un mercado.

Primera tapa es el Wat Phnom, un templo activo donde nos encontramos con mucha gente que viene a rezar y trayendo ofrendas. El templo está encima de una montaña pequeña en el medio de la ciudad, es el punto más alto de la ciudad y se sube por unas escaleras que rodean la montaña.

Wat Phnom

No es muy grande pero la atmosfera que hay aquí siendo un templo activo es muy bonita.

De aquí nos vamos al Phsar Thmey, el mercado central que se caracteriza sobre todo por la arquitectura. Tiene una cúpula central y cuatros brazos alrededor. Ya lo he comentado varias veces que somos adictas a los mercados y aquí también compramos algunas cosas.

Phsar Thmey

Como nuestra siguiente tapa es el Toul Sleng o S21, decidimos pasar al hotel que no está muy lejos para dejar lo que hemos comprado e ir con un Tuk tuk.
Es una prisión que ha sido reconvertida en museo para contar la historia y todas las torturas que tuvieron que soportan los camboyanos en la época de los Jemeres rojos. La verdad que es muy duro; es un momento de la historia muy difícil pero que es muy importante de conocer. Tenemos también la oportunidad de escuchar el cuento de un señor que a la época era un niño y consiguió sobrevivir. La visita es con audio guía y es bastante larga porque te explican muy bien los detalles de la historia.

Toul Sleng

Cuando salimos nos paramos a comer en un restaurante que está al lado porque ya es bastante tarde. Hoy no conseguimos ir a ver el Palacio Real porque cierra a las 17. Decidimos de volver andando. Pasamos por el Olimpic stadium, una obra de Vann Molyvann.

Olimpic Stadium

Por la calle nos encontramos con desfiles de gente porque el domingo hay elecciones y están haciendo propaganda.

En el recorrido de vuelta pasamos por un templo donde vemos que hay un montón de monjes que están celebrando y nos dejan entrar y hacer fotos.

La siguiente etapa es el monumento a la Independencia y seguimos hasta el Palacio Real y el Museo Nacional donde a las 19h tenemos las entradas para el espectáculo de Cambodian living arts. Es un recorrido largo, pero nos permite de conocer un poco más la ciudad.

Monumento a la Independencia

El espectáculo me encanta con bailes tradicionales y contando varias historias de la tradición camboyana, es totalmente recomendable.

Cambodian living arts
Cambodian living arts

Cenamos en un restaurante que nos encontramos por el camino, muy bonito y se nota que la comida es de calidad.

En el camino de vuelta nos paramos en un sitio para darnos nuestro ultimo masaje, elegimos esta vez el de pies que aún no lo hemos probado. Volvemos al hotel ya cansadas, además tenemos que empaquetar. Hoy es nuestra última noche en Camboya.
Nos levantamos temprano en nuestro ultimo día en Phnom Penh porque hoy antes de irnos por la tarde queremos visitar en Gran palacio y el Museo Nacional.
Empezamos con el Gran Palacio.

Se divide en tres zonas principales: la sala del trono que es la más llamativa, la Pagoda de plata, el cuyo nombre viene del suelo con más de 5 mil baldosas de plata que están tapadas y se puede ver un trocito, y el Palacio Khemarin que es la residencia del Rey de Camboya.

Dentro del recinto hay más edificios: varias estupas, un edificio de estilo francés y también una maqueta de Angkor Wat.

De aquí como hace mucho calor antes de ir al museo nos vamos a una cafetería a tomar un mega café con hielo, ya son los últimos días y no nos preocupa mucho.
Cuando llegamos al museo descubrimos que está cerrado por las elecciones. Realmente las elecciones son mañana domingo, pero la gente tiene que volver a su pueblo. Nos lo explican 2 conductores de tuk tuk que están delante del museo. Uno de ellos nos ofrece hacer un tour al otro lado del río para ver dos templos, como tenemos tiempo aprovechamos.

En el camino hacia los templos nos encontramos furgonetas llenas de gente hasta más no poder. Todos están volviendo a los pueblos para votar. Es impresionantes, hay algunas que la gente está tan apretada que parece que no pueden ni respirar. Además de personas las furgonetas van cargadas con todo tipo de objeto.

Vistamos dos templos uno que es completamente de color oro, Golden temple, y es un templo activo porque se ve gente rezando y fuera nos encontramos un monje que está tirado agua por encima de un hombre sentado. Después de la visita volvemos a encontrar el hombre con su familia. Cuando salimos le preguntamos al conductor que era y nos explica que es una especie de purificación, el hombre tenía un mal día y ha venido como a purificarse de las cosas malas.

Golden Temple

Seguimos al otro templo, el Monkey temple. Este segundo templo está bastante abandonado y no hay nadie más a parte de nosotras, 2 turistas y un grupo de niños pidiendo limosna. No tiene de espectacular, está bastante dejado y ya no hay nada de monos. Los niños son bastante agresivos y piden y hasta uno me da un golpe. Es la primera vez que me pasa algo así ya que suelen ser bastante tranquilos, pueden estar pidiendo, pero nunca son agresivos.

Monkey Temple

De aquí volvemos al otro lado del río para ir a comer algo antes de irnos al aeropuerto. Escribimos a la amiga de Sorida para despedirnos y se ofrece de llevarnos al aeropuerto. No dejará de sorprenderme su amabilidad.
Nos recoges y de aquí nos vamos a Bangkok donde pasaremos la última noche de este viaje maravilloso.

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