Días 12 y 13
Hoy nos vamos a Battambang. La salida es a las 8 en autocar. Reservamos en el mismo hotel y nos recogerán aquí. Así que nos levantamos, acabamos de dejar todo más o menos preparado y bajamos a desayunar. Mientras estamos desayunando de repente viene la chica de recepción a las 7,30 y nos dice que ha llegado el trasporte que nos recoge, estamos un poco sorprendidas por la antelación, pero es que nos iban a recoger a las 7 y nadie nos había informado. Corriendo subimos a la habitación para recoger la mochila, por suerte lo teníamos ya todo preparado y pedimos que nos preparen el desayuno para llevar. Por otro lado, como siempre iban con retraso. Subimos al van que nos recoge y pasamos a recoger otros turistas y nos llevan al autocar.
Es un Mini autocar y somos todos turistas. Este es un señor autocar, nada que ver con el autobús de la muerte. Salimos y Marta y yo nos ponemos a acabar de desayunar. Por el camino nos paramos porque el conductor tiene que hacer un descanso e ir al lavabo. Tardamos unas 3 horas en llegar a Battambang. Cuando llegamos a la parada de autobuses es impresionantes, estamos rodeados de tuk tukeros con carteles buscando gente porque los han enviados desde el hotel y otros con un cartel con el precio que te ofrecen para llevarte al hotel. Creo que hay más tuk tuk que gente en el mini autocar.
Dejo Marta elegir ya que yo acabo de despertarme. El chico nos lleva a nuestro hotel y en seguida intenta vendernos las excursiones por la tarde. Lo que nos propone es ir al tren de Bamboo, Bat cave y la Killing cave. La propuesta nos parece bien ya que era parte de lo que habíamos pensado ver y es ideal para aprovechar la tarde. Como tenemos que hacer el check in en el hotel y comer algo, quedamos a las 14. Entramos en el hotel, Janory Residence, y el chico de la recepción nos dice que nos había enviado un tuk tuk a buscarnos. Nosotras al no recibir ningún aviso por booking al llegar cogimos uno, además teniendo en cuenta que el coste es medio dólar no es algo que preocupe mucho. La cuestión es que te ofrecen este servicio porque no quieren que entre en contacto con otros tuk tuk para venderte ellos después las excursiones. De todas formas, como nos quedaremos otro día ya le dijimos que miraríamos para el día siguiente. Dejamos las mochilas en la habitación. Es muy sencilla pero muy limpia y con olor a limpio. Salimos para ir a buscar un sitio donde comer y como no hay muchas opciones y no tenemos mucho tiempo lo único que encontramos es una Pizzería, estilo americano, pero no es mala opción y también para variar un poco.
A las 14 estamos delante de nuestro hotel y empezamos la ruta. La primera parada es el tren de bamboo. El trayecto son 20 minutos de ida y 20 de vuelta. A nosotras nos toca con 2 chicas holandesas.
Hay solo una vía y cuando llegas a un punto que te cruzas con un tren que vuelve hay que bajarse y se quita uno de los dos de la vía.
Vuelven a montar el tren y nos volvemos a poner en marcha, pero en nada nos paramos. El señor que nos lleva no habla nada de inglés e intuimos que es un problema de gasolina. Lo vemos hablar por el móvil, pero no nos queda muy claro lo que está pasando.
De repente llegan otros dos trenes detrás de nosotros e intentan coger un poco de gasolina de uno de estos y ponerla en el nuestro.
Pronto se vuelve a parar de nuevo y al final los dos trenes de atrás nos empujan para llegar al final donde está el pueblo que es simplemente unas paradas donde intentan venderte cosas.
Te dejan allí un rato para ver si compras algo o tomas algo. Hay un montón de niños intentando venderte pulseras y como son 2 pulsera por un dólar y la niña que me las quiere vender es muy simpática compro una Marta y una para mí.
Como no hay mucha cosa pronto volvemos, pero también a la vuelta el tren sigue teniendo algún problema, creo que nos ha tocado el tren más viejo.
De aquí nos vamos a la Killing cave de Phnom Sampeau, uno de los lugares donde los Jemeres rojos ejecutaron sus víctimas. En el punto donde llegamos ya están preparando para luego ver la salida de millones de murciélagos de una cueva en la montaña al atardecer. Para subir a la Killing cave nos ofrecen un servicio de 4×4 para llegar más rápido. Queda muy claro que están todos conectados, porque dicen que andando no llegaras a tiempo, que coja una cosa en lugar de otra, en fin, que intentan un poco encontrar cualquier excusa para sacarte dinero. A mí personalmente me molesta un poco que intenten tomarme el pelo, el dinero no es mucho pero que sean honestos y no se inventen excusas. Al final cogemos el servicio de 4×4 porque no nos queda otra opción, o es lo que nos dicen, aunque hay gente que lo hace andando y consigue verlo todo, esto es lo que os podéis encontrar. Arriba visitamos primero la Killing cave y luego subimos a un templo desde donde hay unas vistas impresionantes.
A las 17,35 bajamos para ir a ver la salida de los murciélagos, está todo preparado para los turistas y lo típico es sentarse y tomarse algo mientras se espera. Creo que todos los turistas de Battambang están aquí.
Mientras estamos aquí sentados disfrutando de una cerveza fresquita poco a poco empezamos a escuchar y un ruido que cada vez es más fuerte. Los murciélagos empiezan a salir.
Es impresionante son muchísimos y se mezclan con los colores que se ven en el cielo y es un espectáculo de la naturaleza que deja boquiabierto.
De aquí volvemos al hotel para ducharnos ya que hace un calor impresionante y salimos a cenar algo en unas paradas que encontramos por el camino al lado del río. Mañana hemos quedado con el tuk tuk para una excursión de medio día, pero queremos también valorar lo que nos ofrecen en el hotel.
Nos levantamos y tenemos que ir a desayunar fuera ya que en el hotel no hay desayuno. El tuk tuk ya nos está esperando, le dijimos que vamos a desayunar. Ha llegado antes de la hora que pactamos. Volvemos y hablamos con el hotel y nos sale mucho más cara así que decidimos quedarnos con él. El hotel nos pide unos 17 dólares y nosotras con el tuk tuk contratamos 12. Cuando salgo veo que ya no está, pero de repente aparece otro tuk tuk y nos dice que es el hermano, que su hermano ha tenido un problema y ha tenido que irse. Nos vamos con él, mucho más tranquilo, menos hablador y más simpático, además ha estudiado turismo y ha trabajado mucho tiempo como guía turística por Camboya. La excursión de hoy prevé visitar las campañas alrededor de Battambang y ver como se producen algunos de los productos locales. Empezamos por la producción de noodle.
La siguiente etapa es fishing market y después donde venden el sticky rice, no se puede ver a la producción porque esto se fabrica de noche.
De aquí pasamos delante de donde se produce el licor de arroz y luego nos paramos donde se fabrican las hojas de papel de arroz para hacer los rollitos.
Esta y la de noodles son las más interesantes también porque podemos ver todo el circuito de la producción. De aquí nos vamos a visitar el templo Wat Samrong Knong y un monumento para recordar la matanza de 10.008 personas en la época de los Jemeres rojos.
De aquí nos vamos a Wat Ek Phnom, templo construido en el siglo 11 que hoy quedan solo unas ruinas.
La última parada es la granja de cocodrilos. Aquí solo los crían para luego venderlos para la piel y para comida. Hay unos 600 de varias dimensiones, algunos son muy grandes y están todos amontonados, están todos muy tranquilos, demasiado que parecen atontados. Nos explica la mujer que se encarga de la granja que es porque han comido hace poco. Comen una vez por semana.
Volvemos a la ciudad y es la hora de comer y el chico nos pide si queremos ir a comer a un sitio turístico o a uno más local y le decimos a un sitio local. Nos lleva a una especie de restaurante que conoce el, no hay ni cartel, pocas mesas y todo un montón de ollas donde elegir que comer. Por dos dólares y medio comemos los 3. La verdad está muy bueno. Yo me como pollo con jengibre acompañado con arroz. Nos acompaña a la estación de autobuses para comprar el billete de autocar para ir el día siguiente a Phnom Penh. Volvemos al hotel antes de ir a dar un paseo por la cuidad. Empieza a llover así que esperamos un poco. Salimos a la calle principal y lo primero que nos encontramos es un mercado local donde venden de todo desde comida a cosas para la casa.
Entramos y en la zona de la carne que ahora está cerrada hay un olor terrible.
Salimos y seguimos paseando hasta que llegamos delante de una peluquería y decidimos lavarnos el pelo. Al principio hay solo una persona y empieza Marta. Es muy divertido porque te ensabonan el cabello sentada.
Luego te estiran en una especie de camilla para enjuagarlo. Llega otra chica y se pone conmigo. Tardan un montón para lavarlo.
Después nos lo secan y nos pasan la plancha. Nos ha salido 3 dólares cada una. Con nuestro nuevo peinado, seguimos el paseo. Con el calor que hace mi pelo tarda muy poco en volverse a poner rizado. Cruzamos un puente porque vemos mucha gente al otro lado del río e intuimos que hay algo. Hay unos chicos jóvenes que están haciendo un espectáculo.
Paseamos al lado del río y hay de todo, paradas de comidas, grupos de gente haciendo deporte, gente paseando.
Cenamos por aquí y nos vamos a la Sky lounge de un hotel, pero la terraza no es de lo más bonito, aunque las vistas son increíbles. Tomamos algo y desde aquí arriba vemos que en la calle de al lado hay unos bares de donde viene música. Entramos en uno y es muy original. Es muy grande y alternan música en directo con música de Dj, un choque bastante importante a nivel de tipos de música.
Somo las más viejas del local, pero es muy divertido. Como todo el mundo bebe cerveza o cualquier cosa con hielo no la tienen fría así que le pedimos que nos traigan dos cubos llenos de hielo uno para cada una para enfriarlas ya que nosotras mejor que el hielo no lo pongamos.
El sitio nos gusta y como no es muy tarde nos quedamos un rato antes de volver al hotel.
Mañana dejamos Battambang y nos vamos a la última tapa de este viaje: Phnom Penh.