Los pueblos flotantes y tarde en Siem Reap

Dia 11

Nos despertamos un poco antes de las 4 y vemos que está todo tapado y lloviendo así que decidimos cancelar el tuk tuk y volvernos a dormir. No estamos seguras de como estará la cosa a las 5,30/6 pero yo que me vuelvo a despertar a esta hora tengo la confirmación que hemos hecho bien. Aunque no hay lluvia no hay nada de sol y está todo tapado. Reconozco que dudamos un poco si arriesgarnos a no, pero al final tomamos la decisión correcta.
Después del desayuno salimos con el tuk tuk hacia el pueblo que hemos elegido: Kompong Phhluk. Hay 3 pueblos que se visitan, el primero es Chong Knea, el más cercano a Siem Reap y por lo que leímos el más comercial, luego hay Kompong Khleang que es el más lejano y el más grande, también dicen el más espectacular. Nosotras nos quedamos con el intermedio Kompong Phhluk porque nos llamó la atención por la descripción que leímos en las guías.
En el viaje vemos una Siem Reap diferente, más lejana del turismo de la ciudad, aunque aquí también hay. Nos paramos a medio camino para comprar el billete y luego seguimos hasta un embarcadero donde nos asignan un chico y un barco. Mientras vamos al barco nos pasa delante una mujer corriendo y nos saca una foto y no entendemos muy bien por qué. Subimos al barco y empezamos el recorrido por el pueblo. Es impresionante ver las casas sobre los pilones, el chico que nos acompaña nos dice que se llegan a cubrir cuando llueve mucho y en el río se junta mucha agua.

Casas pueblo flotante

Los niños que nos encontramos por el camino nos saludan y se ve gente haciendo sus actividades como arreglar barcos, mujeres tendiendo ropa.

Llegamos como a un embarcadero y el barco se para y bajamos para subir a una canoa donde una mujer nos lleva por el bosque inundado.

En un punto hay como un mercado donde intentan venderte cosas.

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Seguimos y nos devuelve al embarcadero y de allí seguimos con el barco hasta llegar a un punto donde ya no hay casas y solo queda el lago.

Volvemos y hacemos el recorrido a la inversa. Cuando bajamos descubrimos porque nos hizo la foto, era para ponerla en un plato. Como nos pilló de sorpresa salimos fatal y claro no compramos el plato. Además, la verdad ver tu cara en un plato no es de las mejores cosas, creo que podrían buscar algo diferente y sería más fácil que la gente se las quedara, además de avisar antes de la foto.
Volvemos a Siem Reap y nos vamos a comer y a pasear por el mercado y las tiendas de los alrededores, un peligro ya que somos adictas sobre todo a las pulseras. Marta aprovecha para cambiar en alguna parada cosas que se compró y que sabe que no se pondrá por camisetas. Pasamos por varias y al final consigue cambiar todo. De aquí nos vamos a un café a tomar algo para descansar un poco además acaba de empezar llover. Cuando salimos justo al lado nos encontramos una tienda de productos ecológicos y aprovechamos para comprar alguna cosa para regalar. Al pagar descubrimos que tiene también una local donde hacen masajes que está al lado y nos dan un descuento así que aprovechamos. Se llama Senteurs D’Angkor. Entramos y nos hacen seleccionar el masaje que queremos y elegimos el masaje Khemer de una hora. El sitio es precioso, primero nos sentamos y nos traen una bebida fría que no sabemos bien que es, pero está buena y una toalla fría para pasar sobre la cara. De aquí nos mueven al final de la sala y nos lavan los pies y nos dan unas zapatillas y después nos suben en una habitación donde nos dicen que nos duchemos y nos dan ropa tipo pijama para ponernos, esta vez todo igual. Aquí en cuando empieza el masaje, una maravilla y salimos como nuevas.
Volvemos al hotel y nos cambiamos para ir a cenar. Volvemos al restaurante que nos gustó al lado del río y luego damos un paseo por Pub Street.

Pasamos delante de un sitio con música en directo y nos paramos a escuchar y de repente una chica que está en la calle se pone a cantar y le dan el micrófono y se sube al escenario.

Es todo tan autentico. Mañana dejamos Siem Reap para seguir descubriendo Camboya.

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