Pakse y la meseta de Bolaven

Día 5

La lluvia nos acompaña en Pakse, nos dicen cuando llegamos que lleva más de una semana lloviendo. Hemos reservado en el Champasak Palace hotel, un antiguo palacio construido para el príncipe Chao Boun Oum Na Champasak, que ejerció un dominio ceremonial aquí hasta el 1975 cuando llegaron los comunistas, aunque nunca vivió aquí. Por 23 € dos personas podéis estar en un palacio, con desayuno incluido y además recogida en el aeropuerto así que diría más que recomendable.

La otra ventaja es que a pesar de llegar muy temprano nos dejan ya la habitación así que podemos dejar nuestras cosas y refrescarnos un poco.
Decidimos ponernos en seguida en marcha para ver si podemos encontrar la forma de hacer la excursión.

En la calle principal de Pakse hay varias agencias y empezamos a preguntar y nos dicen que la excursión se puede hacer en Tuk tuk así que no tenemos que modificar el plan de viaje. Preguntamos en varias y al final nos quedamos con Pakse Travel. El tuk tuk nos llevará a ver una plantación de café y té, y 3 o 4 cataratas dependiendo del tiempo, la verdad que está lloviendo mucho y hay mucha niebla.
El recorrido no es fácil sobre todo por el tuk tukero ya que está lloviendo mucho y nosotras más o menos estamos tapada detrás gracias a las lonas laterales.

La primera parada es la plantación de té y café, está lloviendo muchísimo en este momento así que aprovechamos para sentarnos un momento a tomar un café. Yo estoy muy contenta en el momento que veo que venden café y de la calidad que me gusta, 100% Robusta. Consigo encontrar este café solo cuando voy a Asia, a mí me gusta por su sabor, le encuentro más cuerpo, un sabor diferente. Me compro un paquete. Después de nuestro café nos vamos a dar una vuelta por la plantación, vamos con paraguas y claro no podemos disfrutar tanto. La primera parte se recorren las plantaciones de café, hay de ambas Robusta y Arábica, y luego las de té.
Terminado el recorrido buscamos el chico que nos acompaña y seguimos con la excursión.

Plantación Café

La primera catarata en la que nos paramos es la Tad Gneuang o Tad Yuang. Hay unos recorridos para poder seguir, pero por la enorme cantidad de agua que cae podemos pasar solo por la mitad. A pesar de esta desventaja que no podemos pasear por los puentes y cruzar de un lado al otro, el espectáculo que nos ofrece la caída más grande es impresionante. Hay tanta agua cayendo que acabamos mojadas por el vapor que se crea por la fuerza alrededor, se crea como una neblina. La verdad que en otro momento podría disfrutarse más todo el recorrido, pero yo me he quedado con la fuerza y lo grande que puede ser la naturaleza.

Tad Gneuang

Desde aquí nos vamos a la Tad E-Tu. También aquí nos encontramos con lo mismo. La verdad que los accesos a las cataratas hay que tener muchísimo cuidado porque al estar todo mojado, las escaleras de madera son resbaladizas, además hay hojas caídas por todos lados. Bajamos las escaleras y desde aquí podemos ver la caída de catarata 1 pero no podemos acceder a las cataratas 2 y 3 ya que el sendero está totalmente cubierto por el agua que cae.

Tad E TU 1
Tad E TU

Volvemos al Tuk tuk y nos vamos a Pakse ya que el chico que nos acompaña ha llamado a compañeros suyos y no merece ir a Tad Fane ya que hay mucha niebla y no se vería nada.
En el camino de vuelta pasamos por pueblos mucho más rurales, es totalmente diferente de lo que hemos visto hasta ahora.
Llegamos a Pakse sobre las 14 y nos vamos a comer en un restaurante que nos encontramos en la calle principal, Sabaidee Restaurant y la verdad precio calidad no está nada mal. Volvemos al hotel por una ducha y cambiarnos la ropa mojada para luego volver a salir por un masaje y comprar el billete para ir el día siguiente a las 4000 islas.

Elegimos un sitio en la calle principal que hace masajes tailandeses. Nos recomiendan un masaje con presión en todo el cuerpo. Está muy barato porque nos vale 6 $. Primero nos hacen un masaje en los pies y luego nos llevan arriba en una habitación donde nos hacen poner unos conjuntos muy divertidos, pantalones anchos con unas camisetas que no tienen nada que ver uno con el otro. El masaje merece la pena y nos sienta genial.

Después del masaje nos vamos a reservar el billete a la agencia y le pedimos que nos recomiende algún sitio para ir a cenar. Nos recomienda un sitio y nos da un mapa que no está muy claro la verdad y ahora es cuando empieza nuestra aventura.
Con el mapa en las manos empezamos nuestra búsqueda del local.
Nos metemos por las calles y no hay nadie y no sabemos si vamos bien. Paramos a cambiar dinero en una oficina de cambio y pedimos indicaciones, pero no nos saben ayudar.
Al final encontramos un bar que nos parece el sitio que nos han indicado, entramos, pero nos damos cuenta de que no. Decidimos quedarnos para tomar algo porque es muy auténtico. Es muy pequeño y hay más camareros que gente en el local casi. Nos reímos mucho porque somos las únicas turistas y creo que el alrededor nuestro nos mira preguntándonos como hemos acabado aquí. Nos tomamos una cerveza y pedimos si nos pueden ayudar a encontrar el sitio que nos había dicho el chico de la agencia. Aquí sí que saben dónde está y nos dan indicaciones.

La aventura no ha terminado o mejor lo bueno empieza ahora. Esto no es importante a nivel de lo que se pueda encontrar en Pakse excepto que la amabilidad de las personas que es una de las cosas que más me encanta de Asia y siempre me he encontrado en cualquier sitio.
Al salir del bar por la calle donde tenemos que bajar nos encontramos con un grupo de perros callejeros y la verdad que nos dan un poco de miedo. Estamos allí paradas sin saber bien como hacer y nos ve uno de los camareros que estaba en el bar. Nos asegura que podemos ir tranquilas, pero nosotras no estamos muy convencidas así que el chico nos acompaña hasta que pasemos los perros y podamos seguir solas sin problemas. No dejarán de sorprenderme.

Llegamos al local y vemos que hay uno al lado, el Imagine Café and Restaurant, que nos llama más la atención. Entramos y la verdad es una sorpresa, música en directo, el sitio es muy bonito y la comida muy buena así que totalmente recomendable.
Después de cenar cuando se acaba la música volvemos al hotel para descansar.

Pakse, es parada casi obligada si vais o venís de las 4000 islas y totalmente recordable la meseta de Bolaven. Hay más en los alrededores y en la misma ciudad que ver. Nosotras debidos a las lluvias pasamos solo un día y realmente hay cosas que tampoco pudimos ver, pero recomiendo una parada aquí.

Deja una respuesta